Nacía la noche y moría el día,
de un sepulcro helado en capa de anta
envuelto un vampiro, ya se levanta,
sediento de amor y melancolía.
de un sepulcro helado en capa de anta
envuelto un vampiro, ya se levanta,
sediento de amor y melancolía.
Atraviesa el aire la melodía
que bella sirena en las olas canta,
y en sutiles redes, la suripanta,
con su dulce voz, de magia tejía.
que bella sirena en las olas canta,
y en sutiles redes, la suripanta,
con su dulce voz, de magia tejía.
Bailando en la arena del atolón,
cubrióle de besos y de caricias,
rompiendo los muros de su prisión.
cubrióle de besos y de caricias,
rompiendo los muros de su prisión.
Cayó al fin la noche sin remisión
y envuelto en los sueños de sus delicias
cubierto de sol, murió de pasión.
y envuelto en los sueños de sus delicias
cubierto de sol, murió de pasión.
Manuel Rosendo Castro Iglesias
18/mayo/2012
18/mayo/2012